La Sinusitis es la inflamación de la mucosa de recubrimiento de los senos paranasales, secundaria a diversos factores desencadenantes. Generalmente las fosas nasales participan del proceso patológico, diciéndose entonces Rinosinusitis.
Los factores desencadenantes más importantes son las infecciones virales (influenza, resfriado común, etc.) y la alergia de la vía aérea superior. También las hipersensibilidades ambientales, alteraciones anatómicas (desviación del tabique nasal, poliposis nasal, etc.), inmunodeficiencias (defensas bajas como en la diabetes, el SIDA, trasplantados, enfermedades debilitantes como el cáncer, personas que tienen que usar esteroides tomadas o inyectadas con regularidad) y personas que tienen alteraciones en la producción y eliminación del moca nasal.
Basado en los síntomas, las clasificamos en: Aguda (hasta 4 semanas), Subaguda (de 4 a 12 semanas), Crónica (más de 12 semanas), Aguda Recurrente y Crónica Exacerbada.
Los síntomas variaran según la edad del paciente, el agente causal (alergia, virus, bacteria, hongo, etc.), la duración de la enfermedad y la presencia de complicaciones. Suele haber, además de los síntomas nasales de la rinitis, dolor o presión facial y drenaje posnasal.
¿Qué comlicaciones son más frecuentes? La celulitis facial, la celulitis orbitaria, la meningitis. Menos frecuente la osteomielitis, el mucocele, trombosis del seno cavernoso (mortal), el absceso cerebral (mortal), ceguera, etc.
El otorrinolaringólogo lo estudiará para determinar la gravedad, los senos paranasales afectados, el agente causal, los factores predisponentes y la presencia de complicaciones. El tratamiento es ambulatorio, salvo en los casos complicados, que se hospitalizaran. Algunos pacientes amerítan cirugía para descomprimir el seno afectado, para facilitar el drenaje natural y para corregir aberraciones anatómicas. La cirugía no es curativa de la sinusitis, sino una opción terapéutica adyuvante en pacientes seleccionados.
La Cirugía Sinusal Endoscópica es actualmente la técnica preferida, por ser menos traumática, conservar la mucosa sana y restaurar mejor la fisiología normal. Puede complicarse con lesiones de orbita (que podría causar desde un ligero edema palpebral hasta la ceguera) e intracraneales (como pérdida de líquido cefalorraquideo o meningitis), hemorragias, etc. Además de las potenciales complicaciones de la anestesia general. Los pacientes a ser sometidos a cirugía deben ser cuidadosamente estudiados y seleccionados. Se les hará un seguimiento posoperatorio, pueden necesitar una o varias revisiones quirurgicas y ameritarán tratamiento médico y cuidado ambiental, mucho tiempo después de realizado el procedimiento.