domingo, 25 de diciembre de 2011

Consentimiento Informado

El consentimiento informado en las operaciones de nariz y senos paranasales es sumamente importante y requiere una explicación meticulosa al paciente.  Es obligación del médico discutir con el paciente los riesgos típicos, e incluso, las complicaciones raras antes de la operación. También puede ocurrir que una explicación muy amplia cause ansiedad innecesaria y muchos pacientes se asusten de un procedimiento que necesitan.

Las complicaciones vienen determinadas por las estructuras circundantes que están en riesgo. Se incluyen:
  • Extensión de la inflamación a la boca, la mandíbula y el carrillo.
  • Trastornos visuales y de la función lacrimal.
  • Pérdida de sensación y neuralgia facial y del cuero cabelludo anterior.
  • Pérdida sanguínea y hemorragia que puede poner en riesgo la vida.
  • Fuga de líquido cefalorraquídeo e infección de las menínges y el cerebro.
  • Trastornos de la olfación y del gusto.
  • Defectos visuales, incluso ceguera, por lesión directa o hematomas infraorbitarios.
  • Infección de la base craneal.
  • Dolor y neuralgia facial y craneal.
Adicionalmente, se debe explicar que la fase de curación posoperatoria puede durar un buen tiempo.  Los pacientes usualmente se imaginan que la enfermedad se aliviará  al salir de la anestesia.  Es importante que comprendan que un extenso órgano interno está inflamado y la recuperación requiere tiempo, paciencia y tolerancia al dolor durante la fase de curación.

Cada caso es diferente y debe discutirse con el paciente, sus representantes y/o familiares, en cuanto a los riesgos y beneficios. Esto se anota en la historia clínica y estará disponible para jueces y administradores, de ser necesario, al igual que la hoja de la operación.

El consentimiento informado en las operaciones faríngeas (generalmente amígdalas y adenóides) son importantes porque el paciente y sus familiares pueden pensar que son de bajo riesgo, porque la operación es técnicamente sencilla y de corta duración. Si bien, la intervención es frecuente y las complicaciones son pocas, cuando ocurren, pueden ser catastróficas, debido a que se trabaja directamente sobre la vía aérea y además, el área quirúrgica está expuesta, con riesgo de hemorragia y de edema, durante la difícil recuperación anestésica, donde puede presentarse hipertensión arterial, vómitos e irritabilidad extrema y confusión. Puede haber :

  • Hemorragia, que puede poner en peligro la vida del paciente.
  • Obstrucción de la vía aérea por edema, que puede ocurrir por una obstrucción adenoamigdalar de larga duración, por predisposición del paciente (alérgias, síndrome de Down, enano acondroplástico, intervención difícil y prolongada, intubación difícil). 
  • Edema pulmonar.
  • Insuficiencia velofaríngea.
  • Estenosis nasofaríngea.
  • Deshidratación.
  • Perdida de peso.
El otorrinolaringólogo debe ser meticuloso al seleccionar el paciente, prepararlo y llevarlo a intervención, en un centro de salud que le garantice servicios de banco de sangre y unidad de cuidados intensivos. Y de estar a disposición del paciente operado si presenta una complicación tardía. El paciente suele necesitar dos semanas de reposo y dieta blanda. Y es dado de alta de la consulta externa a las tres semanas, generalmente.