"Si va a una piscina, al parque, si comienza el año escolar, si juega con los vecinos, etc. seguro se enferma. Ya le dió conjuntivitis y gripe. Hace 2 meses diarrea y faringitis. Y recién se estaba recuperando de una neumonía. Parece que cada 15 días se le inflama la garganta o los oídos, o moquéa o tiene tós. Lo he cambiado de pediatra tres veces porque cuando lo llevo con fiebre le ponen acetaminofen y por supuesto que no se le quita. Hasta que consigo alguno que le indica un antibiótico. Ya hasta le doy sobrantes de antibióticos de otros tratamientos de él o de su hermano. No puedo con los gastos médicos. ¿Será que éste niño tiene algo malo?"
¿Le parece ésta historia conocida? Si su pediatra ha descartado enfermedades inmunológicas, alérgicas, hereditarias o de otra índole. Y crece y se desarrolla bien en peso y talla. No tiene anemia importante ni parásitos. Quizás el problema lo tenga usted y no el niño. Veamos:
- El niño tiene pocas defensas. Lo protege un sistema inmunológico todavía inmaduro. Y los agentes que lo agreden (bacterias, virus, hongos, parásitos, tóxicos, antígenos) le causan fiebre porque es la respuesta natural del organismo ante una agresión que ocurre por primera vez. Estos agentes ingresan por las vías respiratorias o digestivas, generalmente.
- El pediatra debe hacer un seguimiento a largo plazo para asegurarse que el crecimiento y el desarrollo del niño sea el normal, de allí la "consulta de niño sano". Si llega enfermo tratará y controlará sus procesos patológicos, a lo largo de la evolución natural de su enfermedad, y en cada niño en particular.
- Hacerlo ver por un médico diferente ( o dos o tres) puede ser contraproducente. Darle antibióticos ante procesos febriles, sin indicios claros de enfermedad bacterial, foco supurativo o complicaciones de un proceso viral, solo por insistencia de los atribulados padres o "por cuidarse las espaldas" puede hacer más mal que bien. Cambiar los tratamientos cada dos o tres días, porque la fiebre no cede, pude llevar mas frustración y gastos.
- No le de "cualquier cosa " que haya sobrado de un tratamiento anterior, así haya sido exitoso. Puede estar dañado, porque después de abierto, se contamina y deteriora rapidaménte, no importa lo que diga la fecha de vencimiento. Y usted no sabe que tiene el niño y como dosificar los antibióticos, broncodilatadores, etc.
- Su pediatra puede indicarle que darle al niño mientras lo lleva a la consulta. Si consulta en un puesto de emergencia por la condición del niño, el médico de guardia indicará un tratamiento y quizás exámenes y radiografías. Lleve a su niño con la receta y los exámenes, a su pediatra tratante.
- Si tiene el teléfono del pediatra o de la clínica (suele estar en la receta), podrá apartar una consulta en días próximos. El médico de guardia podría discutir el caso con su pediatra, si lo considera conveniente.
- La fiebre ( y el malestar que suele acompañarlo) suele ser un mecanismo de defensa para matar los virus y bacterias. Abolirla no es bueno y hasta podría "intoxicarse" si se dan dosis muy altas, se combinan varios o se dan por mucho tiempo. Se busca evitar que pueda convulsionar por una fiebre muy alta. Aprenda de su pediatra sobre los medios físicos y medicamentos que pueda usar.
- Las infecciones más comunes son de la porción superior de las vías respiratorias. Y generalmente causadas por adenovirus (de los que hay más de 50 tipos diferentes). Puede dar síntomas de resfriado común, faringitis, otitis media y fiebre faringoconjuntival ( garganta y ojos). Se contagian rapidamente en piscinas, guarderías y colegios, fiestas, en la consulta del médico y en el entorno familiar, a través de las aguas, el contacto físico, objetos compartidos, etc.
- La enfermedad puede incubarse por 2 y hasta 14 días, antes de manifestarse con todos sus floridos síntomas. Así que no se desespere. Solo esté atenta: algunos casos pueden cursar con conjuntivitis hemorrágica, bronquiolítis, cistitis hemorrágica, gastroenteritis, que son cuadros más severos. Otras veces podrían haber cuadros letales (neumonías, meningitis, encefalitis) en niños de 6 meses o menos y en niños con enfermedades de base que comprometan su inmunidad.
- Si el pediatra solicita evaluaciones especiales o consultas con otras especialidades, deberá retornar a él. Si busca otro pediatra, llevéle un resumen de su historia clínica o un informe. El simple cartón de vacunación y un montón de quejas no es suficiente.